Diez episodios de vuelta a Midgard nunca nos dejan satisfechos. Vikings, sin embargo, supo ganarse el respeto dentro de las series de corte histórico ficticio (¿?) gracias a su acertada representación de la cultura de los hombres del norte y una adictiva historia sobre el ascenso del legendario Ragnar Lothbrok.

Cierto, Vikings tiene más acción, más batallas, es más trepidante (sus 40 minutos por episodio la obliga a serlo) y, por supuesto, es más accesible al público. ¿Es una mejor que la otra? Personalmente prefiero GoT, pero siempre he esperado con ansias la serie de History y la disfruto como un enano. Por eso salté de emoción cuando anunciaron que la cuarta temporada tendría 20 episodios, divididos en dos tandas. No es la primera vez que se hace eso. Battlestar Galactica jugó así y le funcionaba. Pero, y aquí vengo a poner la nota discordante, creo que a Vikings no le ha sentado.
Es contradictorio que prefiera Game of Thrones, con una historia mucho más pausada, abundantes diálogos y batallas que se cuentan con los dedos de una mano, para ahora venir a quejarme de que Vikings presentó una mini-temporada más lenta. Pero es que si me acostumbro a un ritmo en una, también a la otra.
Ojo, no estoy diciendo que haya sido una mala primera parte ni mucho menos. En realidad, me entretuve con las intrigas en Francia, me divertí con la lucha de Rollo por aprender el idioma y congraciarse con su esposa. Y, como siempre, gocé con las maquinaciones y contradicciones del mi siempre predilecto King Ecbert, así como con Lagertha y su restauración como condesa.
¿Qué falló? La trama nórdica, que salvo las torturas de Ragnar a Floki por matar a Athelstan, no tuvo demasiada fuerza. Es claro que el show está presentando la lenta caída en desgracia del rey, cada vez más inestable y ahora adicto a la droga. Pero el personaje de Yidu, salvo para aportar la "medicina", resultó demasiado irritante. Tampoco ayuda que conforme pasan los capítulos soporto menos a la reina Aslaug, y su "enamoramiento" con el enigmático Harbard me daba mucha pereza.

El impacto del sacerdote en la vida de estos dos reyes, aún muerto, sigue siendo potente, sobre todo teniendo en cuanta que el hijo que tuvo con Judith es nadie más y nadie menos que Alfred. Para los que no sepan... pues vayan a la Wiki y busquen Alfred el Grande. O no, pues podrían considerarlo spoiler de futuras temporadas. Por cierto, vaya culebrón se tienen en la corte de Wessex: la esposa del hijo del rey es su amante y el hijo del rey se poncha (ponchaba) a la reina de Mercia, que tiene un hijo bastardo de Ragnar... Habrá que hacer un árbol genealógico.
Sin duda, el tiempo de Ragnar está por pasar. Sus hijos (ese Ivar ya me da mala espina) es hora de que tomen su lugar, pues Michael Hirst, el creador de la serie, ya ha dicho varias veces que la historia pretende continuar más allá de los logros del rey Ragnar., pero mientras tanto toca esperar hasta el otoño (aún no hay fecha oficial) para ver la segunda parte de esta cuarta entrega, la cual espero meta el acelerador.
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Ay, por favor, que ya vuelvan :( |
- 22:02:00
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