Crónica 1: Añoranzas y Pesares de Tad Williams

10:47:00 a.m.

Historias que marcan I

Cómo tardar 8 años en conseguir una saga

Mi relación con Añoranzas y Pesares es una de “te encontraré hasta el fin del mundo”. Bueno, tampoco tanto, pero lo cierto es que tardé muchos años en procurarme los cuatro libros de la saga, 8 para ser exactos. Resulta que cuando era un adolescente imberbe que cursaba la secundaria llegué a casa de mi abuela y, como siempre, sabía que mi tío estaría jugando en su X-Box como desquiciado. La sorpresa fue que tenía varios libros en el tocador, unos tomos de pasta dura negra con la constante “Literatura fantástica” en la parte superior de la portada. Sin duda ya los identifican, eran esos de la colección de Planeta DeAgostini de la que seguro aún te faltan muchos títulos –a mí algunos-. Mi tío tenía la Dragonlance, el Elfo Oscuro, Crónicas de Belgarath y uno que me llamó más la atención, El Trono de Huesos de Dragón de un tal Tad Williams.

Cada sábado que íbamos a casa de mi abue a partir de entonces me la pasaba hojeando esos libros, no demasiado seguro de si leerlos –andaba desempachándome de Harry Potter y leía thrillers de John Katzenbach y Dan Brown-, pero el de Añoranzas y Pesares me atrajo más. No entiendo aún por qué si era el tomo más grande de todos, más de 600 páginas con una letra minúscula y, para qué negarlo, la narrativa se veía pesada –aunque en ese entonces términos como aburrido serían más apropiados en mi pensamiento-. Y ahí estaba la Dragonlance, que se veía más amena, más “buen rollo”, pero se me hizo sospechosamente parecida a El Señor de los Anillos que decidí pasar de los libros de Margaret Weiss y Tracy Hickman. Pero la sinopsis del de Tad Williams me dejó más intrigado, por lo que finalmente se lo pedí prestado a mi tío y me lo llevé a casa.
Sinopsis: La historia se inicia cuando, a la muerte del Rey Supremo, una gran guerra está a punto de estallar en la pacífica tierra de Osten Ard, alimentada por los oscuros poderes de la brujería. Sólo la Liga del Pergamino, un pequeño grupo de personajes, puede salvar el reino mediante la búsqueda de tres espadas de poder, perdidas hace mucho tiempo. Para ello tendrán que enfrentarse a enemigos salidos de las peores pesadillas de los creadores de leyendas. Así comienza la gran saga de Añoranzas y Pesares, que para muchos es el equivalente de "Guerra y Paz" en el género fantástico.

Demostrando estilo propio

Ilustración de La Roca del Adiós
No estaba equivocado. Era un libro pesado. Mucho. Creo que tardé seis meses en leerlo y a veces me dormía. Considerando que para ese entonces lo más largo que me había leído era Harry Potter y la Orden del Fénix -900 páginas- y fue en tres semanas, pueden comprender mi frustración, pero continúe a pesar de todo. Me hipnotizaba. No se parecía a ESDLA o a Potter. Cierto, el protagonista también era un jovencito por el que nadie daba un peso y que será el salvador del mundo fantástico en particular, pero Simón no es el Elegido o alguna chorrada similar del destino. No es el mejor en nada, de hecho es bastante mediocre, un cabezahueca, como le llaman muchos de los adultos a sus alrededor. La historia de crecimiento de Simón Cabezahueca no avanza por cuestiones mágicas, es un personaje que se las apaña para sobrevivir como puede –a veces con ayuda de sus compañeros, otras por suerte-, pero no tiene habilidades ocultas que a último momento lo sacan de los apuros. Eso fue lo que más me llamó la atención de esta historia.

Por otro lado, Tad Williams se toma mucho su tiempo para que la historia arranque –más de 100 páginas y recalco que la letra es pequeñísima- pero al mismo tiempo esa lenta construcción de los personajes, así como de la explicación de la decadencia de Hayholt, da sus frutos cuando la trama comienza a coger ritmo, sobre todo al final del primer tomo, con una carga emocional y un clímax trepidante que te deja el corazón en un puño. También se explaya en grandes descripciones de la naturaleza –bosques, ríos y demás-, pero Tad no imita a Tolkien, eso es de destacar. Por supuesto, no escapa de su influencia, pero en realidad no es tan presuntuoso como para intentarlo. Dota a cada una de sus criaturas mágicas de personalidades únicas, mezclando no solo cultura nórdica, sino tomando prestadas claras influencias de nuestra historia, como la romana y británica e incluso tergiversando al cristianismo –aquí Jesús es Jesuris Aedon y fue colgado al revés de un árbol. Los sitha, que bien podrían ser elfos, son bastante salvajes y su cultura incluso tiene reminiscencias japonesas.

Cabezahueca perseverante

Tenía 13 años cuando leí El Trono de Huesos de Dragón. Me dejó una buena impresión y sin duda fue mi primer reto como lector, por todo lo que me tardé. Por supuesto, debía leer el resto -La Roca del Adiós, A Través del Nido de Ghants y La Torre del Ángel Verde-, pero mi tío no los tenía y cuando fui a preguntar al puesto de revistas en que él lo había comprado ya no había ni uno. Era como si los libros de dicha colección hubieran desaparecido. Aunque tampoco busqué demasiado, yo creía que los encontraría en alguna librería como Porrua, Gandhi o hasta en Sanborns. Por años creía que algún día me toparía con alguno, pero eso no ocurrió, solo hasta después me cayó el veinte de que los vendían en esos puestos y en nada más. Incluso los descargué por Internet, pero fue ahí cuando me di cuenta de que leer novelas en digital no me acomodaba. También pensé en imprimirlos, engargolarlos y fin. Pero no, sentí que eso sería un insulto, yo quería encontrar los tomos, los cuatro, tenerlos y olerlos y guardarlos en el librero. Se volvió otro reto, uno que parecía imposible. Se lo volví a pedir prestado a mi tío para leerlo una segunda vez, eso fue en la preparatoria, y tardé menos en leerlo –tres meses-, pero me sorprendió lo mucho que descubrí en dicha relectura, me enamoré más del libro y quería leer el resto. Finalmente descubrí Mercado Libre –ya iba por la universidad- y la mala suerte me sonrió –porque cuando la suerte es mala, es una perra arrogante- puesto que quienes los ofertaban pedían precios que mi padre no estaría dispuesto a pagar –y yo no alcanzaría a juntar- y los que encontraba tenían pocos días de haberse vendido –llegaba tarde a buscarlos-. Cuando comencé a recorrer las librerías de Donceles en la Ciudad de México, siempre encontraba el primer tomo, pero no el resto –y ahora ya los encuentro en muchas, malditos trolls.

En fin, el caso de esta triste historia es que suerte –la buena- también me sonrió. Fue en febrero del año pasado cuando en Mercado Libre un sujeto ofertó los cuatro tomos -¡gracias, vendedor, que Odín guíe siempre tu camino!-. No eran los de Planeta DeAgostini, sino los españoles de Timun Mas, verdes y también pasta dura. Vamos, una chulada y los cuatro en 450 pesos. El vendedor era de otro estado, pero aún con el envío me salieron en 510. ¡Una ganga de esas que te dejan con la boca abierta! En serio, a veces aún se me cae la mandíbula, he conseguido libros independientes de fantasía hasta en 300 pesos.

Influencia de George R. R. Martin

¿Valió la pena la espera de 8 años para leerlos? Definitivo, es una saga que recomendaría a cualquiera que guste de la épica y de la clásica historia del bien contra el mal, que aunque no escapa de ciertos lugares comunes –y el final es de esos “bonitos”, que ojo, no tiene por qué ser malo-, está muy bien escrita y alejada de dragonadas. Por supuesto, no es de lectura rápida, pero si el autor se toma su tiempo para construirla, el lector debe hacerlo para leerla. Requiere paciencia y si se dejan atrapar por las aventuras y desventuras de Simón, el gnomo Binabik y la princesa Miriamele, la terminarán disfrutando. Además, hay otros personajes muy interesantes, como el rey Elías y Josua, cuya relación de amor-odio fraternal los intrigará y conmoverá.

Es una saga que pasa bastante desapercibida, incluso entre los españoles, tal vez porque entre el lector joven que le daban a escoger un título como “Crónicas de la Dragonlance” o “Añoranzas y Pesares”, está claro qué elegiría. Además, la obra de Tad Williams es una “puente” –se escribió de 1988 a 1993-, pues quedó en medio del boom timunmansero de los 80, con muchos Tolkien imitadores y franquicias a cascoporro y de los títulos de mediados los 90 que cambiaron el paradigma y la forma de escribir fantasía épica con autores como George Martin o Robin Hobb.

Sin embargo, si son asiduos de George R. R. Martin, sabrán que él ha reconocido a esta saga como una influencia en la escritura de Canción de Hielo y Fuego. Y sin duda lo notarán: una amenaza gélida y maligna proveniente del Norte, que trae el invierno –bendito clima-, tejemanejes políticos de varias casas nobles -con sus puntos de vista- y una lucha de poder por el Trono –aunque no tan desarrolladas como en Juego de Tronos-, una mirada realista a los horrores de las batallas, así como un rey atormentado que se deja influir por un brujo rojo –aunque aquí sí es malvado, por mucho que Melisandre guste de la barbacoa.
La serie de fantasía de Tad, El Trono de Huesos de Dragón y el resto de su famosa trilogía de cuatro libros [varias editoriales anglosajones y todas las españolas dividieron el último tomo en dos], fue una de las cosas que me inspiraron a escribir mi propia trilogía de siete libros [la idea original de Martin eran 3]. Leí a Tad y estaba impresionado con él [...] Es una de mis sagas de fantasía favoritas -George R. R. Martin
Pero si son de los que rechazan esta fantasía de corte más tradicional y están irremediablemente atraídos por el estilo fatalista y crudo de Martin u otros autores de su generación, entonces no es para ustedes. Hay que decir tanto los pros como los contras, pues cada lector en un libro, por ende, un mundo. Pero recalco: a Martin le gusta Añoranzas y Pesares, entonces no es poca cosa. Incluso le dedicó una pequeña casa en CdHyF, los Willum, vasallos de los Tyrell. Ambos hijos de Lord Willum se llaman Josua y Elyas y el escudo de armas son tres espadas con un esqueleto de dragón. ¿Así o más claro?

Por cierto, el título de Añoranzas y Pesares en bastante desafortunado -por no decir pesaroso- y no tiene nada que ver con la trama, teniendo en cuenta que originalmente se llama “Memory, Sorrow and Thorn (Memoria, Dolor y Espina)”, nombres muy importantes en la historia. Nunca entenderé qué pasa por la cabeza de los traductores, me pregunto si el particular se sintió muy original.

Lo más genial es que habrá una continuación. Tad Williams está escribiendo una nueva trilogía, ambientada treinta años después y vendrá acompañada por una novela corta "Heart of What Was Lost" (traducido sería "El Corazón de lo perdido") que fungirá como puente la primera y "The Last King of Osten Ard (El Últmo Rey de Osten Ard)". Se espera que se publique en enero de 2017 y en abril del mismo año salga "The Witchwood Crown (La Corona de Madera Embrujada)", primer tomo al que seguirán "Empire of Grass (El Imperio de la Hierba)" y "The Navigator’s Children (Los Hijos del Navegante)". Me pregunto qué editorial los traducirá al español, pero sin duda tardarán en llegar a México, por lo que deberé gastarme una pastota para comprarlos.

¿Cómo conseguirla?

Se han hecho muchas ediciones de la saga en España, algunas incluso dividiendo cada tomo en dos, por lo que eran en total ¡ocho libros! Aunque da igual, actualmente cualquier edición está descatalogada y si quieren procurárselos deberán hacerle como yo: ir a librerías de viejo, en Mercado Libre o encargarlos desde España. Hay una página de venta en línea llamada Todo Colección que podría servirles, aunque a veces los costos de envío no ayudan. Es cuestión de preguntar.
Mi colección

Calificación: Cuatro espadas

Lo Mejor
  • Detallada construcción de los personajes
  • Influencias de muchas culturas
  • El protagonista no es un Gary Stu
Lo Peor
  • Poco conocida entre los lectores de fantasía épica
  • Tarda mucho en arrancar
  • Final tópico estilo "enfrenta el conjurador de la torre"

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Reseña: El Trono de Huesos de Dragón en El Caballero del Árbol Sonriente

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8 comentarios

  1. Primero: Que reseña tan maravillosa y completa, hace MESES que no leía una tan buena como esta.

    Segundo; ahora me siento iluminada, me llama mucho la atención esa serie de libros, desde siempre me han gustado estos libros que no le dan la extensión suficiente a la historia o desperdician algunas páginas o tópicos, no me gusta eso.
    Iré a buscar a Doncellas por si los encuentro, la verdad da pena que libros tan buenos sean desconocidos (te digo por experiencia, me gustó un libro histórico y el tiraje fue de 35 libros y luego no lo volvieron a sacar), espero encontrarlo, me has impuesto un reto más como lectora.

    Iba a comenzar con una serie de libros, acacia, se llama pero no estoy tan segura, seguiré investigando un poco por si acaso.
    L forma en la que mezcla culturas suena muy bien, y el desarrollo lento pero explicativo es uno de mis favoritos, soy las que reflexiona cuando acabo un libro y veo muchos huecos.

    Tienes razón con la suerte de doble cara, pero me alegra mucho que hayas completado tu colección.
    Ya estaré viendo más reseñas aquí, me ha encantado tu estilo y tu narración.
    ¡Un saludo!

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    1. Hola! Gracias por leer y comentar, sí te recomiendo que te pases a Donceles a buscarlos, recientemente los vi, no todos juntos, pero sí sumas los cuatro al menos.

      Y vaya, un tiraje de 35 libros es una grosería. Yo me quejo de una colección de Fantasy de Martínez Roca de la que cada libro solo hicieron mil ejemplares acá en México.

      No he visto esa saga que mencionas, tal vez sea Acacia: The War with the Mein de David Anthony Durham, parece que la editó Ediciones B pero personalmente nunca la he visto en librerías.

      Espero leerte en futuras reseñas, saludos!

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. La verdad es que explica usted muy bien el libro y sus condicionantes. Enhorabuena.

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    1. Sí... igualito que la tuya, que tiene la extensión de un párrafo, ¿eh?

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  4. Debo felicitarte por tu crónica y a la vez sentirme en parte identificado por tu relato, puesto que yo aún sigo penando en encontrarlos todos. Saludos!!!

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  5. Gran crónica. Yo leí la primera edición en castellano, hace unos 25 años, que era más lujosa, en cartoné con sobrecubierta y loetras doradas, pero con las mismas magníficas ilustraciones originales de Michael Whelan. Se los dejé a un primo mío, y no volví a saber de ellos. Muchos años después me los volví a comprar muy bien de precio en la misma edición de Timunmas, la segunda en tapa dura, que has enseñado aquí. Pronto releeré el primero, porque ya sabrás que Tad Williams está a punto de publicar en inglés nuevas novelas ambientadas en Osten Ard, treinta años después, tanto en su vida real, como en la propia historia...

    Empieza tal que así:

    "Esta es una historia verdadera, si las palabras pueden ser verdaderas. Si no, entonces sólo son palabras..."

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    1. Saludos! Gracias por el comentario. Sí, sé de la nueva trilogía, le tengo muchas ganas. Una pena lo de esas ediciones, es una consigna no prestar los libros jaja

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