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Outlander 2: la futilidad y emoción de jugar con el tiempo

Si no has visto hasta el final de la segunda temporada de Outlander, entonces no leas más, hay spoilers. El que avisa no es Frey.

Las segundas temporadas suelen ser la prueba de fuego de toda serie, especialmente si la primera fue sobresaliente. Algunas salen airosas, otras no se superan pero tampoco se desinflan. Con Outlander ha pasado algo curioso, ya que su primera temporada se dividió en dos partes. ¿Es mejor la segunda que la primera? Sí y no.

Para mí, cuando la serie de las aventuras de Claire y Jaime realmente se superó a sí misma fue en la segunda mitad de la primera temporada, esos 8 capítulos fueron todos tan redondos y emocionantes que quedé con el hype por las nubes. Esperé con ansias la segunda con unas similares a las que siento ante cada nueva temporada de Game of Thrones. Puedo decir que Outlander sigue en mucha forma y aún con sus capítulos flojos –que los tuvo- está ya entre mis favoritas.

Pero esos capítulos un poco por debajo de la media, que siguen siendo sobresalientes, realmente fungieron para aportar uno de los capítulos más desgarradores de esta serie, el siete, Faith. Muchos, y me incluyo, comenzábamos a cansarnos de la estadía de estos tortolos en Francia. Se extrañaban los paisajes y acentos escoceses, aunque hay que alabar el diseño de producción y el vestuario de tierras parisinas. También hubo personajes interesantes como el maestro Raymond y el conde de Saint Germain, aunque fue la presencia de Black Randall lo que le puso sabor al asunto, desatando un drama mayúsculo que me arrancó varias lágrimas. Además, aportó más dosis a nuestro vaso desbordante de odio hacia el capitán inglés con lo que le hizo a Fergus, un niño tan adorable y que vino a ser como el hijo que perdieron nuestros protagonistas.

Fue un alivio regresar a las highlands. Tras una misión fracasada para evitar el inicio de la campaña jacobita del príncipe Edward y con el foco puesto en tratar de ganar la batalla de Culloden, la trama general ganó mucho en fuerza, sobretodo porque nos permitió ver el talento nato de Jaime como líder. El tema de alterar el tiempo ha sido ya muy tratado en varias series, pero aquí sabemos desde el inicio que todo será en vano y que nos espera una trágica separación. Todo lo que hagan e intenten será inútil, pero lo más interesante es lo que ambos son capaces de hacer para lograrlo, especialmente en el capítulo final, con la sorprendente muerte de Dougal, un personaje y un actor con mucha presencia y unos claroscuros que le aportaban otras dimensiones. No podías amarlo, pero tampoco odiarlo. No del todo.

El final de temporada, Dragonfly in Amber, si bien en ritmo lo sentí demasiado apresurado, tuvo todo lo necesario para desear que no terminara –con todo y que duró hora y media-. La trama quedó perfectamente cerrada, de hecho a veces daba la impresión de que sería el final de la serie. Especialmente destacable es cómo recuperamos la vida de Claire tras su regreso a 1948 en el inicio de temporada, a la época de 1968 en esta finale, siendo Brianna el enlace entre el pasado y el futuro, o más bien presente. Fue un acierto de Ronald D. Moore irnos trasladando de época en época, ofreciendo un contraste y una unión que, además, sirvió para despejarnos el misterio de Geillis Duncan y cómo fue que también llegó al pasado. El funcionamiento de las rocas de Craigh Na Dun aún me desconcierta, ¿cómo es que a veces se puede pasar, a veces no y Claire parece que lo logra con facilidad y otros no pueden?

De hecho, ese final en donde las rocas parecen emitir un destello me pareció un poco cogido por los pelos –fue algo así como La Rosa de Guadalupe-, pero también me recordó a la mentada luz que resultó ser la solución a todos los problemas al final de Lost. Aunque no sería descabellado pensar que pueda sea algo similar, una especie de foco de energía –de los muchos que puede haber en el mundo- con la capacidad de alterar el espacio-tiempo. De hecho, estoy seguro que Moore estaba consciente de que recordaría a la serie de la isla, pues la frase final de Claire es: “I have to go back”. ¿Guiño intencionado al famosísimo “We have to go back”?
Al menos, sabemos que nuestro escocés favorito –con permiso de William Walace- continúa vivito y coleando, pero me pregunto si de nuevo Claire tan solo tendrá que tocar las piedras para viajar por el tiempo o qué rayos. ¿Brianna irá con ella? Sería bonito que conociera a su padre. Tengo mucha curiosidad de cómo se desarrollará la historia ahora. La gran ventaja es que Starz ya confirmó no solo la tercera, sino la cuarta temporada. Sin duda le tiene mucha confianza a la serie y yo el que más.

Dado que no he leído los libros, realmente no tengo idea de qué sucederá. De hecho, aunque he estado tentando a comprarlos, no quiero que me pase como con Game of Thrones, eso de tener que estar comparando que si los libros esto y aquello. Por ahora, quiero disfrutar solo la serie por lo que es, sin tener en cuenta la adaptación y eso significa que puedo especular con mucho gusto. Lo malo es que también hay que esperar hasta el otro año, aunque por ahí se ha dejado caer que quizá la nueva temporada se estrene un poco antes. Ojalá.

En resumen, una temporada que fue de menos a mucho más, sobretodo con la primera parte de la temporada en Francia y con un clímax muy intenso que apuchurra el corazón. El regreso a Escocia es por todo lo alto y la sensación de futilidad que va acarreando hasta el final está muy conseguido. Por supuesto, de nuevo no faltaron esos episodios en que Claire debe ir a rescatar a Jaime y este a ella, pero suelen ser divertidos -y algo salvajes- y destilan un estilo de aventuras por los cuatro costados. El final, si bien pasa todo muy de prisa, es un broche de oro perfecto para una temporada que nos tuvo en vilo y nos deja también igual de cara a la siguiente entrega.

Comentarios

  1. ¡Hola! No he podido leer el post 100% porque he visto tres capítulos de la segunda temporada. Los tengo que ver, pero es que me ha dado pereza. El principio ha sido bastante aburrido, cosa que no pasaba en la primera temporada y no ha conseguido engancharme. Pero viendo un poco de lo que comentas, me pondré a ello. Es cierto que la calidad, en cuanto a paisajes, ropa y demás, tiene una calidad muy buena. Por no decir impresionante, ya que estamos hablando de una serie. Llegue a la parte en la que se sabe que Randall, está vivo. Pero lo cierto es que en el primer libro ya se habla de ello. Así que no pude sorprenderme. De hecho que te pisen un montón de vacas no significa que tengas que estar muerto. Por cierto, comentas que no te has leído los libros. He de decirte que al menos el primero si que coincide con la serie. No es como en GOT. Algunas escenas son mucho más explícitas en el libro, lo cual parece que estés leyendo otro tipo de novela jejeje. Pero el caso es que los sentimientos y los detalles me gustan mas en los libros. Yo te recomendaría que empezaras a leerlos, pero siempre yendo por atrás de la serie, ya que sino te desvelara la intriga.

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    1. Sí, los primeros capítulos se hacen cansinos, pero todo vale muchísimo la pena cuando llegues al 7 y de ahí para adelante va cuesta arriba.
      Ya que comentas eso, me animaré a conseguir el primer libro y quizá el segundo, pero ojalá las ganas no me traicionen para continuar y pueda esperar a que pase la serie jeje

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